Nacionales
Oro sucio: compañías exportadoras de Ecuador en la mira de las autoridades

Ecuador presenta graves inconsistencias entre su producción aurífera oficial de origen conocido y sus exportaciones. En años recientes, la minería ilegal se ha expandido a la provincia amazónica del Napo, donde las fronteras de las actividades legales con las ilegales se hacen borrosas. Un proceso judicial que involucra a un exdirector de la Agencia de Regulación y Control de Energía ha dejado al descubierto la complicidad de las autoridades con estas actividades ilícitas. Esta investigación –que forma parte de la serie “Las rutas del oro sucio», coordinada por la Red Transfronteriza de OjoPúblico– revela también cómo el crimen organizado se apodera de varias zonas de este país.
Este reportaje se realizó con la Red Investigativa Transfronteriza Ojo Público, de la cual es parte Vistazo.
Desde los Andes ecuatorianos, en el mítico Parque Nacional Llanganates, donde una leyenda cuenta que se escondió el tesoro del inca Atahualpa, nacen los afluentes que formarán el río Napo, al oeste de la Amazonía ecuatoriana. Las comunidades que viven alrededor del río subsisten sobre todo por la agricultura, aunque algunos indígenas y colonos han extraído durante años oro de manera artesanal. Pero todo cambió drásticamente en los últimos años: decenas de maquinarias y dragas ilegales tomaron la cuenca.
“Nosotros hemos cuidado el río, los mineros ilegales han llegado a destruir”, nos dice Elsa Cerda, lideresa de la comunidad Serena, del pueblo indígena kichwa. La comunidad se encuentra a orillas del Jatunyaku (que significa Río Grande), que es afluente del Napo y está a seis horas de Quito. En esta zona, existen 150 concesiones mineras, pero varias de ellas han sido tomadas por la minería ilegal.
El tipo de minería en el Napo usa grandes excavadoras oruga para remover toneladas de tierra y extraer oro ilegal a gran escala. Esta actividad se extiende sobre todo en los cantones de Tena y Carlos Julio Arosemena, alrededor del río Napo y afluentes, donde habitan mayoritariamente pueblos indígenas Kichwa y Shuar, y colonos.
La devastación que se registra en esta cuenca se repite también en otras zonas, como en el cantón Camilo Ponce Enríquez, en la provincia del Azuay, donde el narcotráfico controla la extracción. El oro extraído ilegalmente financia actividades criminales y se vende en joyerías ante la débil fiscalización de las cadenas de suministro y las severas inconsistencias en la información oficial sobre el oro exportado.
El informe de la OEA sobre oro ilegal menciona que, además, en los últimos años los grupos de mineros ilegales han afianzado sus nexos con la delincuencia organizada, y con una presencia creciente de mineros provenientes de Brasil, Venezuela y Perú.
Una investigación realizada durante siete meses por la Red Transfronteriza de OjoPúblico y Vistazo –como parte de la serie Las rutas del oro sucio en cinco países amazónicos y en la que participaron 18 periodistas– revela las severas inconsistencias en los datos de producción de oro en Ecuador. El reportaje expone que la brecha entre lo que se declaró oficialmente producir y lo que finalmente exportó, entre 2014 y 2023, fue de 20,52 toneladas. Esa es la cantidad de oro que llegó a mercados internacionales sin que tuviera un origen conocido.

La investigación identifica que en la mayoría de los casos el oro extraído ilegalmente de la Amazonía y otras zonas prohibidas es transportado a plantas de beneficio —donde se refina el mineral— ubicados en las provincias El Oro y Azuay. El mineral es finalmente lavado e incorporado al sistema con papeles de concesiones.
Los intermediarios falsifican facturas de supuestos mineros artesanales para justificar el origen del oro ilegal, confirma un informe del Departamento contra la Delincuencia Organizada Transnacional, de la Organización de los Estados Americanos.
Luis Bonilla, exdirector de la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales no Renovables —entidad que fiscaliza el oro en Ecuador— admitió que una de las limitaciones para evitar el blanqueo del minero oro es que los operadores “llevan el material mineralizado (rocas y lodo) a estas plantas y ahí no se puede determinar cuánto de ese material en bruto se convierte en oro”.
Entre 2014 y 2016 más del 80% del oro exportado de Ecuador tenía como destino Estados Unidos. Precisamente, en 2016, la Fiscalía de este país inició investigaciones por anomalías en la cadena de compra de dos empresas que concentraban la mitad de la exportación: Spartan y Clearprocess. En ese momento, el Fiscal General informó que siete personas, entre las que se encontraban accionistas de ambas compañías, estaban con prisión preventiva.
Luego del 2015 las exportaciones de oro desde Ecuador cayeron, y en 2019 comenzaron a aumentar. Estados Unidos dejó de ser el principal comprador. Emiratos Árabes y la India pasaron a ser nuevos destinos.
La inconsistencia de las cifras del gobierno
El análisis realizado por la Red Transfronteriza de OjoPúblico y Vistazo a una base de datos de exportaciones de oro de cinco países amazónicos, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil ––construida con información de las Aduanas– revela serias inconsistencias en la información oficial sobre producción de oro en Ecuador.
Las diferentes fuentes de información manejan datos disimiles sobre producción. El Banco Central del Ecuador señala, por ejemplo, que en 2022 se exportaron 17,7 toneladas; y la cifra que otorga la Agencia de Regulación de Energía establece 14,99 toneladas. Sin embargo, esta investigación periodística halló que se exportaron 19 toneladas.
El mismo Banco Central menciona, sobre sus datos presentados entre 2019 y 2021, que en ese tiempo solo pudo hacer estimados y no cifras más precisas de la producción de oro debido a que la Agencia de Regulación atravesaba “una situación crítica de personal limitado” para el control de las minas y plantas de procesamiento.

El exministro de Energía, Xavier Vera, dijo hace dos años que la minería ilegal en Ecuador movía entre USD 800 y USD 1.000 millones cada año. Ese año, el país exportó 19 toneladas de oro.
Al ser consultado sobre estas cifras, el director de la Agencia de Regulación en temas mineros del gobierno anterior, Luis Bonilla, reconoció el año pasado que su entidad no tenía estimados del alcance real de la producción de oro ilegal, pero habló de la preocupación sobre la diferencia entre la producción declarada y la cantidad de lo exportado.
Sobre las diferencias entre el oro declarado y el producido, Luis Bonilla dijo para esta investigación –cuando aún ocupaba el cargo– que su entidad había “prendido las alertas” sobre al menos tres compañías exportadoras que en 2023 incrementaron inusualmente sus envíos y que tenían como destino Emiratos Árabes y la India.
No precisó a qué empresas se refería, pero sí confirmó a OjoPúblico y Vistazo que se ha solicitado y enviado información a las entidades de control para las respectivas investigaciones. Lo que sí detalló es que se trata de empresas que de un año a otro incrementaron exponencialmente sus exportaciones e, incluso, mencionó que una de ellas “no exportó nada en años anteriores, y apareció en 2023 como uno de los principales”.
El análisis realizado por Vistazo a una base de datos de exportaciones de oro de cinco países amazónicos ––construida por OjoPúblico con información de las Aduanas– revela que en el top diez de las empresas y personas naturales que más exportaron oro en 2023 se encuentran grandes y pequeñas empresas, así como algunas personas.
El 30% del oro exportado el año pasado correspondió a la canadiense Aurelian, que está a cargo del primer proyecto aurífero a gran escala en Ecuador: Fruta del Norte. En su caso sus envíos del mineral van a Suiza y son auditados por la Agencia de Regulación. Esta gran minera ha ocupado los primeros lugares de exportación en los últimos años.
Pero el 2023 han surgido nuevos actores, entre ellos las compañías Rockgolden, Rocadora, David Bermeo, Orocomin Francisco Proaño, Winston Orellana, Martha Castro, Exycominsur y Manuel Quituisaca.
Oro ilegal, crimen organizado y narcotráfico
En medio de una crisis de seguridad interna, en los últimos años la minería ilegal de oro en Ecuador se extendió a toda la cuenca del Napo. El río Jatunyaku, conocido por su caudal favorable para hacer rafting, se ha llenado de charcos de agua contaminadas con combustible, aceite y otros químicos que usan las enormes retroexcavadoras en las orillas.
En la confluencia de los ríos Jatunyaku y Anzu, que forman el río Napo, se encuentra la zona del Yutzupino, otro enclave de la minería ilegal desde finales de 2021. La extracción ilegal ha alcanzado ahora la provincia de Orellana, en la zona de Punino.
Las imágenes del sobrevuelo de un dron realizadas para esta investigación confirman la catástrofe. Un funcionario judicial –que solicitó proteger su identidad por seguridad– confirmó que los mineros ilegales han logrado ingresar al área protegida del Parque Nacional Llanganates.

En este territorio, como sucede con el sur de Ecuador, las fuentes judiciales y policiales de la zona confirman que detrás del negocio ilegal del oro está también el crimen organizado vinculado al narcotráfico, debido a la facilidad del oro para el lavado de activos.
Las versiones coinciden en que Los Lobos –una de las bandas criminales más violentas y vinculadas al narco– brinda seguridad y provee de armas a los mineros ilegales de la cuenca del Napo. Esta banda opera otras 20 minas al sur del país, en el cantón Camilo Ponce Enríquez.
Los vínculos de esta actividad con el narcotráfico quedaron expuestos al revelarse los detalles del caso Metástasis. Esta investigación de la Fiscalía de Ecuador reveló los nexos del narcotraficante Leandro Norero con jueces, políticos, policías, militares y empresarios de este país.
En una de las conversaciones que forman parte del expediente fiscal –y a las que OjoPúblico y Vistazo tuvieron acceso– se muestra cómo Norero pretendía lavar más de 40 lingotes de oro que se hallaron en su poder durante la intervención policial. Norero era financista de la banda criminal Los Lobos.
“Le envío el contrato de la persona que está dispuesta a suicidarse por usted y hacerse cargo de ese oro”, le advierte su abogado en uno de los chats, en alusión a que con los papeles formales de la explotación de ese empresario minero se iba a blanquear el oro ilegal. “Tiene registros de haber extraído durante los últimos seis años, 24 toneladas de material bruto que contiene fragmentos de oro”, se lee en el chat.

En un Consejo de Seguridad realizado en la provincia de Napo, liderado por la gobernadora, Carmen Masabanda, y con la participación de representantes de la Policía, las Fuerzas Armadas, la Fiscalía y otras instituciones, se analizó el impacto del estado de excepción impuesto en la zona para enfrentar la minería ilegal.
En ese encuentro, el delegado de la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales no Renovables (entidad que fiscaliza el tema minero), reconoció que el fracaso de los operativos sigue siendo lo que él llamo la fuga de información al momento de intervenir campamentos ilegales.
Precisamente, un proceso judicial involucra a Andrés Bernardo Vergara Espinosa, exdirector de Control, Seguimiento y Fiscalización Técnica e Intervención a la Minería Ilegal de la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos No Renovables. En 2022, la Fiscalía, como parte de un operativo contra la minería ilegal, en el río Napo detuvo a seis implicados, entre ellos a Vergara Espinosa, que fue sentenciado a 16 meses de prisión por delincuencia organizada, aunque la causa está en apelación. Según el expediente, revisado por Vistazo y OjoPúblico.

Según la documentación a la que tuvimos acceso, Vergara alertaba a los mineros ilegales sobre los operativos que realizaban con la Policía y Fuerzas Armadas, con el objetivo de que resguarden u oculten las retroexcavadoras. De acuerdo a las interceptaciones telefónicas, los mineros ilegales llamaban al exfuncionario con el alias de El duro. Incluso los involucrados habían constituido una empresa con el fin obtener concesiones y contratos mineros.
Napo es la cuarta provincia de Ecuador que presenta más denuncias por minería ilegal, después de Imbabura, El Oro y Zamora Chinchipe. De las más de 2.000 denuncias que se han realizado entre 2023 y, lo que va del año, 206 se concentran en Napo, según información de Fiscalía, a la que accedimos para esta investigación.
En Ecuador el único proceso judicial por exportaciones ilegales de oro fue el caso Clearprocess – Spartan, de 2016. En ese momento, la Fiscalía informó que una parte de las exportaciones de estas dos empresas hacia los Estados Unidos fueron fraudulentas. Cuatro personas fueron sentenciadas a cuatro años de prisión por delito de lavado de activos, pero la decisión judicial fue apelada y luego los declararon inocentes. La Fiscalía recibió asistencia penal de EE.UU.
El coordinador del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO), Renato Rivera, señala que la minería ilegal “tiene la capacidad de controlar el territorio, adquiere plantas, taladros de precisión y retroexcavadoras para llevar a cabo sus actividades”. Y para asegurar que todo esto funcione hacen alianzas con actores políticos, funcionarios públicos, organizaciones criminales locales e internacionales. Fuente: Vistazo
Nacionales
Hijo de alias ‘JR’ fue sentenciado a 13 años por lavado de activos junto a otros cinco miembros de su círculo familiar

El hijo de alias ‘JR’ o ‘Junior‘ fue uno de los seis sentenciados por lavado de activos en el caso conocido como ‘Blanqueo JR’, que involucra al círculo familiar de Junior Roldán Paredes, excabecilla de “Los Choneros” y fundador de la banda criminal “Las Águilas”, fallecido el 6 de mayo de 2023.
Azhael Alexander Roldán fue condenado a 13 años de prisión por su participación en esta red de lavado de activos, de acuerdo con la resolución emitida este lunes 21 de abril por el Tribunal Penal, tras instalarse la audiencia de juicio en el Complejo Judicial Norte de Quito.
Con base en las pruebas presentadas por la Fiscalía, el Tribunal también dictó la misma pena privativa de libertad para los otros cuatro implicados, entre ellos Jael B. M., Ana. R. A., Marcelo R. A. y Douglas D. Z.
Movimientos millonarios
Los seis sentenciados formarían parte del entorno familiar de alias ‘JR’ y habrían colaborado en el movimiento ilícito de fondos.
Los movimientos económicos injustificados se habrían registrado entre los años 2020 y 2024:
Según la investigación, los involucrados habrían adquirido bienes muebles e inmuebles y constituido personas jurídicas.
Además, se detectó que un alto porcentaje del dinero (50%) de sus cuentas en el sistema financiero nacional, corresponde a depósitos en efectivo, cuya procedencia sería de actividades ilícitas como tráfico de drogas, sicariato y asesinato, ejecutadas por grupos de delincuencia organizada liderados en su momento por alias «JR».
De acuerdo a los Reportes de Operaciones Inusuales e Injustificadas (ROII) emitidos por la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE), también habrían creado una empresa para dar aparente licitud a sus operaciones financieras.
Leidi Tatiana R. H. (exesposa de alias “JR”) habría ingresado 1’823.069,92 dólares al sistema financiero nacional y lavado dinero mediante la empresa VICMARENT S.A.S.
Liseth Carolina H. L. habría ingresado 4’603.409,7 dólares.
Azhael Alexander R. T. (hijo de alias “JR”) habría ingresado 741.548,01 dólares.
Jael Amira B. M. habría participado como administradora de los activos de origen ilícito.
Meliton Marcelo R. A., Olivia Ana R. A. y Eduard Douglas D. Z. habrían sido beneficiarios y depositantes de grandes cantidades de dinero, usadas en la compra de bienes con pagos en efectivo de origen desconocido. Fuente: Vistazo
Nacionales
Fuerzas Armadas desactivan cámaras de grupos criminales en Jaramijó

Los militares, como parte de las operaciones del Bloque de Seguridad, realizaron una intervención en barrios de Jaramijó, Manabí, para proceder con la desactivación de sistemas de vigilancia que eran operados por agrupaciones criminales.
A través de la Fuerza de Tarea Conjunta, las autoridades procedieron con el desmantelamiento de cámaras que eran empleadas para monitorear el movimiento de las patrullas y coordinar actividades ilícitas.
En un comunicado, las Fuerzas Armadas aseguraron que la destrucción de estas redes de vigilancia clandestina «representa un avance significativo en la recuperación de espacios públicos y en la prevención de delitos«.
Además, la intervención ayudó a fortalecer el control en las zonas que eran vigiladas por organizaciones delincuenciales.
Las Fuerzas Armadas recalcaron que las personas pueden colaborar con estas operaciones a través de la línea 131. Se mantendrá la absoluta reserva de cualquier denuncia o información contra el crimen organizado, que incluye la presencia de cámaras o sistemas de vigilancia no autorizados. Fuente: El Telégrafo
Nacionales
La lectura: herramienta para el conocimiento y desarrollo en Ecuador

El próximo 23 de abril se celebra el Día internacional del Libro, una fecha que resalta la importancia de la lectura para el desarrollo cultural y educativo de las personas. Con el paso de los años, los libros transformaron su formato de presentación del papel a las pantallas adaptándose al rápido cambio social.
En Ecuador, la lectura es un hábito que se trata de reforzar. Según la Encuesta de Hábitos Lectores, Prácticas y Consumos Culturales realizada en el 2021, en promedio los ecuatorianos leen un libro completo y dos incompletos al año. A estas cifras se suman que solo 4 de cada 10 niños tienen acceso a libros, lo que evidencia una brecha preocupante en la formación de lectores desde edades tempranas.
La edad junto con el estado civil, se han convertido en un factor determinante cuando se habla de hábitos de lectura. Aproximadamente el 83% de las personas entre 16 y 24 años son las que más leen, en comparación con las personas de la tercera edad donde el porcentaje disminuye al 63%.
En este contexto, la Universidad Internacional SEK (UISEK) se suma a la celebración del Día internacional del Libro al presentar una colección de ocho libros con la finalidad de exponer nuevas historias y datos que aporten al conocimiento de estudiantes, profesores y público en general. Carmen Coral, docente del UISEK Business School, menciona que ¨cada libro es una puerta abierta al conocimiento y a nuevas perspectivas que contribuyen al desarrollo crítico de las personas¨.
Dentro de esta colección de libros se encuentra Kallari, una obra que demuestra cómo los emprendimientos sostenibles pueden generar ingresos para las comunidades indígenas sin comprometer su identidad cultural. Asimismo, títulos como Psicología Forense, Psicosociología Laboral y Derecho a la Educación abordan aspectos fundamentales desde el impacto de la criminalidad en la sociedad hasta el estrés laboral y las oportunidades de acceso a la educación y finalmente, el libro sobre la estación científica de Limoncocha donde se revela la importancia del cuidado del medio ambiente y la identidad cultural.
A pesar de los desafíos que presentan las estadísticas, cada libro que se lea es una oportunidad para fomentar el hábito de lectura. Además de ser una fuente de entretenimiento, la lectura es una herramienta para el aprendizaje y el desarrollo social.
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