Nacionales
Alias ‘Momo’, ‘Ñato’, ‘Ruco’ y ‘Dany’, mencionados en el crimen de los cuatro de Guayaquil, según dos testigos

El último contacto que Ismael Arroyo, de 15 años, tuvo con su familia fue a través de una llamada telefónica llena de miedo y desesperación. Usó el celular de un desconocido en la parroquia rural de Taura (Naranjal, Guayas) para pedir auxilio tras haber sido presuntamente golpeado y abandonado sin ropa -junto a su hermano y a dos amigos- por miembros de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE).
“Por favor vengan a rescatarnos, estamos todos aquí”, suplicó Ismael a su padre, Luis Arroyo, en la llamada. Con todos se refería a su hermano Josué Arroyo Bustos, de 14 años, a Steven Medina Lajones (11 años) y a Nehemías Saul Arboleda Portocarrero (15), conocidos como “los cuatro de Guayaquil».
Sin embargo, el hombre que le prestó el dispositivo la noche del 8 de diciembre de 2024 cortó la comunicación tras unos cinco minutos de charla, de acuerdo a los testimonios del caso.
Además, le advirtió al padre que el lugar era peligroso y que tenían solo entre 45 minutos y una hora para llegar a la parroquia rural de Taura antes de que la “mafia” se llevara a los chicos.
Dos testigos clave en el caso
El hombre -Luis T. en el expediente del caso- se ha convertido en un personaje central y testigo clave, aunque con un papel controvertido, pues en una segunda llamada se refiere a los niños de forma despectiva y soez. Y las familias de las víctimas ponen en duda su proceder y sus reales intenciones.
Mientras que un investigador familiarizado con el caso le dijo a PRIMICIAS que le otorga peso a ese testimonio en la medida que permitió hallar a otros testigos, lo que a su vez condujo al hallazgo de los cuerpos calcinados de los cuatro niños, el 24 de diciembre, en una zona agreste de Taura.
Entre los testimonios de testigos clave en el estremecedor caso de desaparición y asesinato de los niños también está otro sujeto que asegura que miembros de una banda criminal se llevaron a los cuatro menores en un bote.
Tras la detención de los menores de edad en la avenida 25 de Julio y Ernesto Albán, en el sur de Guayaquil, los 16 militares involucrados en la presunta desaparición forzada aducen que los “liberaron” de noche y en otro cantón (en la cabecera de Taura), a unos 45 kilómetros del lugar de la detención.
“Escuché voces al subir a la casa”
El testigo que les prestó el dispositivo móvil a las víctimas para realizar la llamada asegura que la noche del 8 de diciembre escuchó voces cuando ingresó a su casa, ubicada en una subida de la parroquia rural de Taura.
Cuando volvió a salir se encontró con los cuatro niños frente a su casa, quienes le pidieron ayuda. Y él les prestó el celular para que llamen a sus padres (a las 22:40), de acuerdo al relato.
Supuestamente luego retiró el teléfono de las manos de Ismael y les advirtió al padre que tenían a lo sumo una hora para llegar hasta Taura antes de que la “mafia” se llevara a los niños, dado lo “peligroso” del lugar.
Luis Arroyo -el padre de Ismael y Josué- le rogó que mantuviera a los chicos a salvo, pero su interlocutor fue “cortante” porque supuestamente andaban unas motos dando vueltas. Seguido a esto le enviaron al padre una ubicación por WhatsApp.
Un samaritano “evasivo e intimidante”
Pero cubrir los casi 45 kilómetros entre el barrio de los niños en Las Malvinas, en el sur de Guayaquil, hasta Taura, al suroeste de Durán, toma una hora y 10 minutos de media de acuerdo al servicio de tráfico y de geoposicionamiento de Google Maps.
La familia de los menores decidió llamar al servicio de emergencia Ecu 911 para que sea la policía la que auxilie a las víctimas, pero los uniformados no dieron con la ubicación de los menores.
Cuando los familiares llamaron nuevamente al testigo clave este les reclamó furioso según consta en el expediente fiscal:
“¿Para qué me mandaste a la ley?”, le reclamó al progenitor de los menores. “Por hacerte un favor casi me haces meter preso, yo tuve que correr e irme de la casa. Yo no sé, ya vinieron 10 motos de la mafia y se llevaron a esos vergas”.
Uno de los familiares de los niños cuestiona ahora que el hombre haya adoptado una actitud evasiva e intimidante. “Yo no creo que tuviera intenciones de ayudarnos, realmente”, señaló.
“Se los llevaron en un bote”
Mientras que otros de los testigos, Luigi V, dice que se encontraba esa noche en un salón (un bar popular) del sector, junto a miembros de una banda criminal, aunque jura que él no es miembro del grupo delictivo, cuando vio llegar a hombres en moto, entre ellos un tal Ofelio.
“A los cuatro pelados que estaban allí se los llevaron en un bote, para abajo, en un manglar”, refiere en el testimonio.
El lunes 9 de diciembre alias “Momo” dio luz verde para que quemen los cuerpos, según esa versión. En el hecho habrían participado además sujetos con los alias “Ñato” y “Ruco” y otro hombre, “Dany”, quien condujo la lancha.
«Después al día siguiente me enteré que los iban a quemar o ya estaban quemados y que los iban a meter en un saco de yute”. Testigo del caso.
El testigo dice no haberse percatado si los chicos tenían golpes y lesiones por la falta de luz, pero aseguró que estaban vestidos. «Eran flaquitos, el más alto parecía tener 15 años”.
A partir de esta información, unidades tácticas de la Policía y de la Unidad Nacional de Investigación con la Fiscalía General (UN-IFG) emprendieron la búsqueda de los desaparecidos y hallaron los cuatro cuerpos destruidos e incinerados, el 24 de diciembre, en el recinto Casas de Zinc de Taura.
¿Qué credibilidad tienen estas versiones?
De esta última versión se vale la defensa de los militares para descartar la participación de los efectivos de la escuadra de combate Charles en el asesinato de los menores.
En la parroquia rural de Taura opera la banda de Los Lagartos, cuyo centro de operaciones es el sur de Guayaquil (mientras que Los Águilas tienen amplia presencia en zonas rurales de Guayas).
Como en base a estas versiones se logró la ubicación de los cuerpos de los menores desaparecidos, los investigadores del caso le otorgan “peso jurídico, correlación y cierto nivel de credibilidad” a estos testimonios aunque aún deben ser contrastados, según conoció PRIMICIAS por fuente reservada.
Cinco alcaldes elegidos en las seccionales de 2023 fueron asesinados en menos de dos años
La Fiscalía sigue dos investigaciones por este caso, por desaparición forzada y por secuestro con resultado de muerte respectivamente, y en en ese marco deberá corroborar si existen otros medios de prueba (técnicos y periciales) con los que se logre ratificar o descartar la veracidad de los testimonios.
Tras la prisión preventiva contra los 16 militares involucrados, y la apertura de 90 días de instrucción fiscal por el caso de desaparición forzada, los abogados de las familias de las víctimas confirmaron que una diligencia clave como la reconstrucción de los hechos se realizará el 30 de enero, a las 20:30. Fuente: Primicias
Nacionales
Ministerio del Gobierno alerta sobre ataques terroristas y manifestaciones violentas contra Daniel Noboa

El Ministerio del Gobierno alertó sobre la posible gestación de un magnicidio, ataques terroristas y calentamientos de calles mediante manifestaciones violentas. Esta cartera de Estado publicó un comunicado sobre «La venganza de los malos perdedores», en base a información de inteligencia.
El Ministerio, liderado por José De La Gasca, indicó que condena y repudia enérgicamente cualquier intento de atentar contra la vida del presidente Daniel Noboa Azín, autoridades del Estado y funcionarios públicos. «Es deplorable que estructuras criminales, en complicidad con sectores políticos derrotados en las urnas, pretendan imponer el caos mediante la violencia, el miedo y el terror», señala la cartera de Estado.
El Ministerio de Gobierno señaló que el Estado está en alerta máxima y que se han activado todos los protocolos de seguridad. Además, las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y los organismos de inteligencia están trabajando de forma articulada para neutralizar cualquier amenaza.
Esta alerta se hace pública a cinco días de que ganó Daniel Noboa Azín en las elecciones presidenciales y estará en el Palacio de Carondelet hasta 2029. Fuente: Vistazo
Nacionales
¿Quién es la vicepresidenta electa María José Pinto? La empresaria textil que dio el salto a la política

María José Pinto González Artigas nació en 1986. Era, hasta hace más de un año, ejecutiva de Empresas Pinto, aunque todavía es accionista con un capital de casi dos millones de dólares, según la Superintendencia de Compañías. Ahora es la vicepresidenta electa que asumirá funciones el 24 de mayo junto a Daniel Noboa, tras su victoria en segunda vuelta.
Pinto inició en política a finales de 2023, cuando el presidente Daniel Noboa la designó como titular de la Secretaría Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil. En el 2024 dejó su cargo para dedicarse a la campaña y acompañar a Noboa en su recorridos, como el rostro social con las mujeres y los niños.
Hasta hace unos nadie habría imaginado que ella incursionaría en política a pesar de que su padre, Mauricio Pinto, heredero y gerente de Empresas Pinto, fue ministro de Industrias, ministro de Economía, representante ante de la Junta Monetaria y hasta presidente de la Consejo Nacional de Modernización del Estado, durante el gobierno de Sixto Durán Ballén.

De los textiles a la política social
María José Pinto terminó el colegio y se fue a estudiar alta costura en París. Sus profesores y familiares, sobre todo su papá, la veían estudiando una ingeniería para que ella continuara el legado empresarial, pero inicialmente ella tomó otro rumbo. Trabajó en una casa de modas en Ámstedam y Dubai.
Finalmente, regresó a Ecuador a sus 24 años para laborar en la empresa familiar. Empezó en cargos medios y cuatro años después ocupó la gerencia de Innovación y otros puestos empresariales que dejó para trabajar en el gobierno de Daniel Noboa.
Entre sus estudios académicos, Pinto González cursó el Master of Business Administration en el INCAE, de Costa Rica, y varios diplomados en el IDE Business School, uno de ellos el de Mujeres en Gobierno Corporativo. Justamente una de sus ambiciones ha sido la participación de las mujeres en la alta gerencia empresarial. Por eso es cofundadora y miembro de Mujeres por Ecuador, organización desde la cual se promueven estrategias para este fin. Y tiene una posición en la Asociación de Industriales Textiles de Ecuador.
Como empresaria hizo ayuda social en comunidades indígenas con proyectos para niños y mujeres, motivo por el cual Noboa la designó a la Secretaría Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil y, en julio de 2024, la eligió como binomio presidencial. Ella sería el rostro de la labor social. Aunque acompañó al presidente candidato Daniel Noboa en los recorridos de campaña, su imagen no trascendió mucho.

No obstante, ahora que el binomio de ADN ganó la Presidencia en esta segunda vuelta, Pinto está tomando un papel protagónico con mensajes de unidad. Tres días después de la victoria publicó un video en sus redes sociales en el que hizo un llamado a bajar el tono de la confrontación, “para los que votaron y no votaron por nosotros”, decía.
Un día más tarde emitió otro video con el siguiente mensaje:
Aún no se conoce exactamente qué papel cumplirá Pinto en la gestión de Noboa que empieza el próximo 24 de mayo. El presidente tiene la atribución de encargar lo que él considere deben hacer su vicepresidenta. Guillermo Lasso, por ejemplo, encargo a su vice, Alfredo Borrero, el sector de la Salud. Daniel Noboa, designó a su primera vicepresidenta, Verónica Abad, como embajadora en Israel, algo que fue interpretado más como un exilio.
Las coincidencias de Pinto con Noboa
Esta vez, Daniel Noboa tuvo la oportunidad de escoger a su binomio. En la elección pasada los movimientos Pueblo, Igualdad y Democracia (PID) y Mover, con los que hizo alianza para lanzarse por primera vez, le impusieron a Verónica Abad. Ahora con partido propio, ADN, escogió a su amiga y funcionaria.
Varias cosas los unen. Los dos son menores de 40 años y herederos empresariales de compañías que tienen décadas: Empresas Pinto y Grupo Noboa. Las dos familias y empresas vivieron problemas en el gobierno de Rafael Correa.
Al grupo Noboa le incautaron la hacienda bananera La Clementina, por deudas tributarias con el SRI, para entregársela a sus trabajadores. Paralelamente, la empresa de textiles Pinto trasladaba una de sus plantas hacía Perú, ya que su personal estaba manejado por otra compañía y el gobierno eliminó la tercerización. A Mauricio Pinto, padre de la ahora vicepresidenta electa, el Ministerio de Trabajo le impuso una multa de más de 400 mil dólares, por no recontratar a los trabajadores de la planta que había trasladado a Perú. Incluso hubo una insólita orden de prisión en su contra, que luego fue retirada. Pero la llaga quedó latente.
Las familias de ambos han aspirado y ocupado el poder político. Álvaro Noboa, papá de Daniel, fue presidente de la Junta Monetaria en el gobierno de Abdalá Bucaram y cinco veces candidato a la presidencia. El padre de María José, Mauricio Pinto, ocupó varios cargos en el gobierno de Sixto Durán Ballén.
Pero hay más coincidencias y pasado en común, Mauricio Pinto fue asesor de Luis Noboa, abuelo de Daniel, en sus empresas.
Noboa y Pinto, los dos jóvenes empresarios que unió la política, comandarán el país hasta el 2029. Fuente: Vistazo
Nacionales
¿Se acerca el declive del correísmo? De la hegemonía política a perder tres elecciones presidenciales

Todos los analistas políticos coinciden en que Rafael Correa es el motivo por el cual el correísmo siempre queda finalista para disputar la Presidencia, pero en el balotaje no logra llegar a Carondelet por culpa de la incontinencia verbal del mismo Correa y todo lo que implica su figura.
Hoy, el movimiento atraviesa una crisis quizá más profunda que las anteriores: no solo perdieron la tercera elección consecutiva, en la que su candidata prácticamente no sumó votos entre la primera y segunda vuelta, sino que se están exponiendo marcadas divisiones internas.
La misma noche del domingo 13 de abril, Luisa González y Rafael Correa no reconocieron el triunfo de Daniel Noboa, mientras parte de las figuras más destacadas del correísmo, los alcaldes Aquiles Alvarez y Pabel Muñoz, y las prefectas Marcela Aguiñaga y Paola Pabón, se aprestaban para colaborar con el presidente reelecto.
Quizá es el inicio de una reconfiguración del correísmo. La última baja fue Mónica Salazar, asambleísta reelecta por la provincia de Los Ríos, que anunció su separación de movimiento, sobre todo, por diferencias con Luisa González, según dijo.

¿Se desarma el correísmo tras el triunfo de Noboa?
El movimiento surgió en 2006 con el membrete de Alianza PAÍS: un discurso progresista para acabar con la “partidocracia”, que al poco tiempo se convirtió en un régimen autoritario ajeno a la crítica. Correa mejoró los indicadores sociales, beneficiado por la bonanza petrolera y la deuda con China, pero no cambió la matriz productiva. Desde el 2015, la economía empezó a retroceder y el crecimiento de la burocracia que impulsó la Revolución Ciudadana ya no podía sostenerse con bajos precios del petróleo. Empezaron a hablar de inversión privada extranjera, de vender el Banco del Pacífico o de concesionar hidroeléctricas, pero no les resultó.
En 2015 el mismo Correa propuso cambiar su Constitución de Montecristi que, aparentemente iba a durar 300 años, para introducir una reforma que permitiera la reelección indefinida. No obstante, en 2017 no se lanzó y puso a Lenín Moreno, quien lo “traicionó”.
Muchos dijeron que ese sería el final del correísmo. Quedó fraccionado, perdió militantes, pero no murió. Moreno terminó quedándose con el membrete de Alianza PAÍS, que luego acabó sepultado; los correístas, por su parte, inscribieron el movimiento Revolución Ciudadana.
Con el pasar del tiempo el correísmo perdió el lugar hegemónico que logró entre 2007 y 2017, pero luego de eso se convirtió en la oposición que dirime la coyuntura. A Moreno apenas lo dejaron terminar su mandato. A Guillermo Lasso lo arrinconaron hasta que decretó la muerte cruzada y con Noboa se han declarado la “guerra». La derrota de esta elección presidencial es un golpe, pero no su final.

“Ya han dicho muchas veces que es el fin del correísmo y vemos cómo tienen las principales alcaldías y prefecturas. Han estado en todas las elecciones disputando la Presidencia. Hay que entender que la única organización política sólida, con bases y con afán de permanencia es el correísmo”, dice Mauricio Alarcón, analista y director de Fundación Ciudadanía y Desarrollo.
La Izquierda Democrática, que era uno de los partidos con bases y que funcionaban de manera estructurada, ahora prácticamente está borrada del mapa, y el Partido Social Cristiano apenas logró poner cuatro asambleístas en estas elecciones. “El resto de organizaciones han nacido al calor del ‘anticorreísmo’, como CREO con Guillermo Lasso. Pero son partidos personalistas que no logran trascender. ¿Dónde están?”, cuestiona Alarcón. El mismo camino tuvo Construye, que usó la figura de Fernando Villavicencio y ahora está casi extinto.
En esto coincide el analista político César Febres Cordero: “Toda mi vida escuché que decían que el PSC ya estaba muerto y ahí sobrevive. El correísmo es un movimiento joven. Correa ha sido su primer caudillo y se quedará por más tiempo”. Pero sí considera que la Revolución Ciudadana tiene una crisis, de la cual es culpable su propio caudillo.
“El correísmo siempre ha tenido al interno una confrontación entre las tendencias más conservadoras y más progresistas o entre los ambientalistas y desarrollistas. Pero eso no importaba porque Correa zanjaba las diferencias. Con Correa lejos esto se vuelve cada vez más evidente y se van a ver más fisuras tras la amplia victoria de Noboa”, acota Febres Cordero.
Las causas de la crisis del correísmo
El hecho de que nuevos movimientos emerjan y vivan del discurso anticorreísta da cuenta que está vigente y lejos de desaparecer. La última elección mostró que hay un 44 por ciento de la población que confía en ese proyecto político, mientras que el 56 por ciento desconfía de él.
Por eso, la victoria del presidente reelecto, «más que un respaldo a Noboa, fue un rechazo al regreso de la Revolución Ciudadana. La narrativa sobre el narcotráfico, la dolarización en peligro y los vínculos con Venezuela fueron eficaces para generar temor», dice la politóloga Selene López.
En este sentido, López considera que no se trató de una campaña de propuestas, sino de relatos para explotar los errores ajenos. Al correísmo le tocará replantear su narrativa y buscar la manera de que sus candidatos no vivan a la sombra del caudillo, y que ganen o pierdan los votos, no por la figura de Correa, sino por el liderzgo de cada uno.
De momento, los analistas dicen que la fractura que evidencia la cúpula correísta con Pabel Muñoz y el resto de autoridades seccionales, por el reconocimiento del triunfo de Noboa se puede leer de dos maneras.
La primera, que alcaldes y prefectos necesitan una buena relación con el Presidente porque dependen de los recursos asignados por el Estado central. Y lo segundo, podría ser una presión de estos líderes a la cúpula del correísmo para cambiar de estrategias y ampliar su base de votación. Quizás buscar alianzas más amplias, a las que el correísmo siempre ha sido esquivo porque hizo de la confrontación su bandera.
La elección demostró que Luisa González apenas creció unos 160 mil votos entre la primera y segunda vuelta, mientras que Noboa ganó 1,3 millones de votos adicionales. Eso quiere decir, al menos en teoría, que la alianza con Leonidas Iza y Pachakutik no le sumó nada. Mucho menos la alianza con Jan Topic en los últimos días de campaña.

Según el análisis de Javier Rodríguez, PhD en Sociología, en Cotopaxi, por ejemplo, donde Iza alcanzó parte importante de su votación, Luisa creció un 37 por ciento en la segunda vuelta, pero Noboa creció un 68 por ciento . En Pichincha, González creció solo 4 puntos porcentuales, mientras que Noboa obtuvo 32 incrementando su votación en un 32 por ciento. Pero en provincias como Santo Domingo, El Oro y Guayas, el correísmo incluso decreció. Es decir, votos que obtuvieron en primera vuelta, en el balotaje se fueron a Noboa.
Rodríguez dice que todavía es muy pronto para sacar conjeturas y que los resultados a nivel cantonal y parroquial permitirán ver con mejor precisión dónde está estancándose el correísmo y por qué Noboa creció tanto, más allá de las hipótesis que ya se han esgrimido.
Lo cierto es que el correísmo tendrá que replantear su estrategia, porque parece que su discurso ya no está actualizado con las demandas de las nuevas generaciones. Les pasa a todos los partidos politicos. Y mientras no haya movimientos estructurados y con base electoral, el correísmo seguirá siendo la mayor fuerza política. El tiempo dirá si Daniel Noboa y ADN le arrebatan ese puesto. Fuente: Vistazo
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